La ocupación de la embajada estadounidense en Teherán, ocurrida hace 40 años, constituyó una “humillación” para Estados Unidos, ya que un grupo de rehenes permaneció en esa sede diplomática durante 444 días, coincidieron en señalar dos analistas.  “Irán era socio de Estados Unidos con el Sha (Mohammad) Reza Pahlevi. Es curioso: primero son aliados de Washington, porque le son útiles; pero luego, cuando la Casa Blanca no los necesita, se convierten en sus enemigos”, dijo a Abraham Zylberman, profesor de Historia de la Universidad de Buenos Aires.

El analista reseñó que el gobierno de James Carter (1977-1981) “buscó evitar un conflicto militar que hubiera sido muy grave para toda la región”, aunque puso en marcha una operación para liberar a los rehenes que fracasó en el desierto iraní. También mencionó que Carter “no se presentó a la reelección porque era una humillación para Estados Unidos” y dijo que después este ex mandatario demócrata se convirtió “en un gran defensor de los derechos humanos”, a raíz de su mediación en conflictos mundiales.

El historiador repasó que tras triunfar la Revolución Iraní, el 11 de febrero de 1979, el ayatolah Ruhollah Khomeini calificó a Estados Unidos como “el gran Satán, que debía ser castigado”.

Para Patricio Geli, profesor de Problemas Mundiales Contemporáneos en la Universidad de Buenos Aires, hay que ver la toma de la embajada estadounidense en Teherán “dentro de la Revolución Iraní”. “Irán era ese momento el mejor aliado de Estados Unidos, pero luego de esa gesta se convirtió en uno de los países más complicados para la Casa Blanca”, señaló. El historiador agregó que “la toma de la embajada sorprendió al mundo por su audacia” y afirmó que “no se esperaba que entre los revolucionarios primara el componente religioso”.

“Ocurre también una cuestión curiosa: Teherán tenía cercanía con la Unión Soviética. Sin embargo toma distancia tanto de Washington como de Moscú. A los soviéticos le conviene que haya desaparecido un país subordinado a EEUU, pero al mismo tiempo (el ayatollah) Khomeini produce una matanza de comunistas”, afirmó Geli.

Reseñó, además, que el Partido Comunista iraní “era muy importante en la región, por lo cual es directamente aniquilado”, y opinó que “lo curioso es que se da una revolución que no puede ser controlada por ninguna de las potencias”. Geli afirmó que, en aquellos años, no se sabía muy bien la actitud que iba a adoptar Estados Unidos.

“Muchos analistas se preguntaban si iba a ver una guerra directa en la región. O si habría negociación. Finalmente Estados unidos se inclinó por ese rescate fallido que decidió Carter con la operación ‘Garra de Águila’”, señaló el analista.

En esa intervención militar, un helicóptero y un avión de transporte fueron destruidos, mientras que cinco helicópteros fueron abandonados y capturados por los iraníes.

Geli afirmó, además, que “para socavar la Revolución Iraní, Estados Unidos buscó ayuda indirecta en el presidente iraquí, Saddam Hussein”, ya que hubo una guerra entre Bagdad y Teherán que duró ocho años, sin un claro vencedor. (Télam)

A 40 años de la ocupación, la relación continúa deteriorada

A cuarenta años de la toma de la embajada de Estados Unidos en Teherán, las relaciones entre la Casa Blanca e Irán atraviesan uno de sus peores momentos, luego de que Washington se retirara en mayo de 2018 del acuerdo nuclear firmado por seis potencias mundiales con ese país.

La historia entre Washington y Teherán cambió totalmente el 4 de noviembre de 1979, cuando unos 400 estudiantes islamistas ingresaron a esa sede diplomática y capturaron a 67 empleados y diplomáticos, tras superar a un grupo de marines que custodiaba el edificio. Ocurrió meses después de que el imán Ruhollah Khomeini instaurara la República Islámica, tras derrocar a la monarquía más antigua del mundo, encabezada por el Sha Mohammad Reza Pahlevi, el 11 de febrero de 1979. Algunas pancartas de los estudiantes decían: “Khomeini lucha, (el presidente de EEUU, Jimmy) Carter tiembla”.  

La ocupación fue realizada para protestar por la decisión de Estados Unidos de permitir que el ex Sha iraní recibiera tratamiento médico por un cáncer en el Cornell Medical Center de Nueva York.

Aunque 14 rehenes fueron liberados en las siguientes semanas, la crisis se extendió por 444 días durante el gobierno de Carter, situación que congeló las relaciones diplomáticas durante 34 años hasta la llegada a la presidencia iraní del moderado Hasam Rohani.

Cansado del fracaso diplomático, el gobierno demócrata de Carter lanzó en abril de 1980 una osada intervención de rescate de los rehenes. No obstante, la operación llamada “Garra de águila”, en el desierto de Tabas, fracasó al descomponerse un helicóptero que tenía una falla hidraúlica mientras era reabastecido de combustible.

En noviembre de ese año, debilitado por la crisis con Irán, Carter perdió las elecciones a manos del republicano Ronald Reagan.

El 20 de enero de 1980, el nuevo mandatario estadounidense tomó posesión de la presidencia e inició una nueva era en Estados Unidos, mientras que Teherán liberó a todos los rehenes.

Bajo la mediación de Argelia, la Casa Blanca e Irán firmaron un acuerdo el 19 de enero de 1981 en la capital argelina, mediante el cual Washington levantó las sanciones económicas impuestas tras la toma de la embajada. Sin embargo, las relaciones quedaron rotas durante muchos años.

El mandatario estadounidense Barack Obama logró durante su mandato un ambicioso acuerdo con Teherán por su programa nuclear, el 14 de julio de 2015, en París, como parte del grupo 5+1, formado además de Estados Unidos por Reino Unido, China, Rusia, Francia más Alemania.

Sin embargo, la llegada de Donald Trump a la presidencia volvió a complicar toda la relación, y el 8 de mayo de 2018 la Casa Blanca se retiró del acuerdo con Teherán e impuso severas sanciones económicas contra el  país persa.

“Ningún presidente estadounidense ha sido tan caprichoso como Trump. Sin embargo hay una posibilidad de que, después de esta escalada con Irán, el mandatario gire hacia un reacomodamiento de las relaciones con ese país”, dice la revista de relaciones internacionales Foreign Affairs.

La prestigiosa publicación menciona que el reciente cambio del ex asesor de Seguridad Nacional John Bolton sugiere que este proceso ya podría estar en marcha entre la Casa Blanca y Teherán.

Muchos analistas creen que después de Rusia (que en la actualidad encarna a la ex Unión Soviética), el otro gran enemigo de Washington es Irán. (Télam)

Acusación
Responsabilizan a EEUU por la guerra
El comandante en jefe de la Guardia Revolucionaria de Irán, Hosein Salamí, señaló ayer a EEUU como responsable de las guerras del mundo islámico, de propiciar la conformación de grupos terroristas, como el Estado Islámico (EI), y de alentar golpes de Estado. “Unas 8,5 millones de muertes son el resultado de la interferencia directa o indirecta de EEUU en las guerras en la región y el mundo musulmán durante los últimos 40 años”, afirmó Salamí. En el acto en la antigua embajada estadounidense en Teherán, ocupada el 4 de noviembre de 1979 por cientos de estudiantes, el jefe de la Guardia Revolucionaria advirtió que Washington es “el mayor exportador de armas en la práctica”. “Y fue el único que uso la bomba atómica, aunque luego de palabra dice que busca la seguridad en el mundo y que lucha contra el desarrollo de armas de destrucción masiva”, ironizó Salami. En esa misma línea de dura crítica alertó que EEUU “tiene la capacidad de destruir varias veces la Tierra pero impide a Irán el desarrollo de la energía pacífica nuclear”, una cuestión que Washington usó como argumento para abandonar el acuerdo nuclear de 2015 firmado con Teherán y otras cinco potencias. El máximo responsable de la Guardia Revolucionaria aseguró que EEUU también habla de democracia, pero “todos los dictadores son títeres de ese país y ha planificado la mayoría de los golpes de Estado en el mundo”, reportó. (Télam)